Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-
Vida Cisterciense
El sábado, 23 de febrero de 2013
A mis 25 años de servicio abacial
"Yo estoy alegre, me asocio a vuestra alegría, por vuestra parte, estad alegres y asociaos a la mía" (Fil 2,17-18)
Doy gracias a mi Dios por este tiempo de salvación en mi vida y en la vida de la comunidad de Villamayor...
Recuerdo todavía con mucha intensidad el lema de mi profesión solemne, que lo actualicé también el día de la elección abacial, en el año 1987: "Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote" (Salmo 62,5)
La alabanza y la intercesión se han ido intercambiando en las diversas etapas de mi vida. No es fácil expresar con palabras las cosas del Espíritu, pero, en este tramo de mi existencia, a mis 25 años de servicio abacial, puedo resumirlo en:
Cada día se aumenta más el hambre y la sed de Dios, que solo Él mismo puede saciar. "Tengo sed de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?" (Salmo 41,3)
Nuevamente he hecho la entrega de mi vida a Cristo, experimento la realidad de su bondad y de su AMOR y me invita constantemente a la alabanza y a la intercesión. En mi vida de oración brota la alabanza y la intercesión por el Reino. Sigo disfrutando con las palabras de San Bernardo: "Yo lo que no puedo obtener por mi mismo, lo usurpo del Costado de Cristo". ¡Qué FE, qué CONFIANZA, me proporciona esto. Aunque está siendo un camino largo y laborioso, no exento de luchas y oscuridades, también se intercambian luces y correspondencia de amores divinos...y tiene sus frutos: la fecundidad espiritual...
Avanzo hacia el día definitivo, -aunque sea "de las últimas en la comitiva"; bien lo decía San Rafael Arnáiz: "unos avanzan deprisa, otros más despacio y otros a trompicones, como yo"- con mucha confianza, perseverancia y fidelidad...
En este Año de la Fe quiero testimoniar mi fe en el Padre que me ama, en Jesucristo que me sostiene y en el Espíritu Santo que me va haciendo a semejanza de Cristo, me va santificando a su modo...deseo testimoniar mi fe en la eficacia de la vida monástica en la Iglesia y en el mundo; mi fe en los efectos benéficos de la vida fraterna en esta época tan fraccionada y dividida...y por tantas y tantas cosas...no terminaría...
Dad gracias al Señor conmigo, "por su misericordia y por sus obras grandes...¡¡¡¡
Monasterio Cisterciense
Santa María la Real