Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-

Elaboración artesana

VISITA DE UN OBISPO DE BURUNDI

Publicado el viernes, 25 de mayo de 2012

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Nos hemos visto gratamente sorprendidas por la visita de un obispo del país africano de Burundi, el Exmo. Mons. Simón Ntanwana. Tuvimos ocasión de agasajar a dicho obispo y dos de sus sacerdotes en nuestro monasterio. Además pudo compartirnos sus deseos, inquietudes y peticiones a la Vida Contemplativa. Nosotras, llamadas a la solidaridad con la Iglesia universal, nos hacemos cargo de sus oraciones desde nuestra pequeña "ecclesiola" cisterciense.  

FOTOMons. simón Ntanwana con Madre Ana

Mons. simón Ntanwana con Madre Ana

Aprovechando la celebración de las órdenes menores de dos de sus seminaristas, Timoteo y Eliseo, estudiantes de paso en la Facultad de Teología de Burgos, Mons. Simón accedió a la invitación que nuestra comunidad le dio a través del P. Néstor, nuestro capellán, que también ultima su tesis en dicha facultad.

Tras la comida en compañía del P. Néstor, de otro sacerdote de Burundi (también estudiante de teología) y de los huéspedes que esos días estaban en la hospedería, pudimos entrevistarnos con él.

Nuestra pregunta acerca de qué espera de nosotras como monjas contemplativas y cristianas que- desde la retaguardia- deseamos colaborar en su ministerio, fue largamente respondida por Mons. Simón.

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Empezó por remarcar cuánto espera de las contemplativas. Y no se ahorró ningún esfuerzo en invitarnos a nosotras y a toda congregación de vida contemplativa a fundar en su país. Actualmente no cuentan más que con una comunidad de salesas en todo el país. El resto de vida religiosa es fundamentalmente apostólica.

Entre otras noticias que nos trajo de su país y de su diócesis, nos contó cúan enraizada y viva tienen la fe sus feligreses. Burundi es un país con una presencia católica superior al 70% de la población, y estamos hablando de una vida cristiana comprometida, no tan solo reflejado a nivel de estadísticas.

Durante la década de los 80, en menos de dos años fue expulsada toda presencia religiosa extranjera de su país. No quedó ni un solo misionero o sacerdote, ni religiosas. Eso no amilanó a los cristianos burundeses, sino que se crecieron y tomaron las riendas de la vida de la Iglesia, apoyando a los sacerdotes nativos en su pastoral; colaborando en las diferentes actividades catequéticas, celebraciones, etcétera.

Han tenido que hacer frente a la hostilidad del integrismo musulmán de los países limitrofes, y combatir el mal que propaga en el seno de la Iglesia la presencia y proliferación de sectas.

Actualmente Mons. Simón pastorea la diócesis de GITEGA, cuyas parroquias convocan y dirigen la Buena Nueva del Evangelio cada Domingo a una media de 40.000 feligreses. Tiene por ello, como una de las primeras necesidades a nivel diocesano, construir nuevas parroquias, de forma que puedan atenderse mejor a los feligreses, reduciendo la atención a 30.000 personas.

También ve necesaria la formación. Es necesario en estos momentos elevar el nivel teológico, tanto de religiosos como de seglares que están altamente comprometidos con la misión de la Iglesia pero que adolecen de medios de instrucción.

Su Iglesia es asombrosamente fecunda. Reciben constantemente nuevos vocacionados y tienen noticia de jóvenes burundesas que se trasladan a otros países para ingresar en institutos de vida contemplativa y religiosa.

Fue muy grande el testimonio que nos transmitió de la entrega generosa que están haciendo de sus propios sacerdotes y consagrados, incluso teniendo ellos tanta necesidad de ellos. Para más inri, nos compartió que entre otros objetivos que se ha marcado su diócesis está, ni más ni menos, que la arriesgada empresa de asegurar una mayor presencia cristiana católica en aquellos países de África de mayoría musulmana. Así lo están haciendo ya en el Chad, donde ya han enviado un total de 40 personas, entre sacerdotes y consagrados, y esperan enviar a más en próximas fechas.

No han olvidado tampoco a las Iglesias occidentales que en su día misionaron sus tierras y les llevaron la fe. Por ello, con ánimo de saldar la deuda contraida con ellos, están enviando sacerdotes a varios países europeos. Nos contaron que ya han enviado cuatro sacerdotes a diferentes diócesis de Francia, otros tres repartidos por Italia, y a España ha llegado uno que está en la diócesis de Tarazona.

Siguen agradeciendo la ayuda que reciben de Europa, a través de convenios de formación teológica con diferentes diócesis. Tienen a varios sacerdotes y seminaristas repartidos por Francia, Italia, y en España están estudiando en los seminarios de Toledo y Burgos. Nosotras damos fe de ello, pues por nuestro monasterio han pasado varios sacerdotes y seminaristas de Burundi, y como hemos explicado al principio, nuestro capellán, el P. Néstor está colaborando en nuestra diócesis de la Arlanza , mientras se beneficia de un tiempo de estudio más intenso en la Facultad de Teología burgalesa.

¿Qué queréis que añadamos?

Un fuerte ¡OLE! por Mons. Simón Ntanwana y todos los que como él, desde tierras africanas con una Iglesia joven y muy viva, nos dan ese testimonio de solidaridad y unidad con el resto de las Iglesias de Cristo diseminadas por la vieja Europa.




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