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Monasterio Cisterciense Santa María la Real de Villamayor de los Montes -Burgos, España-

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Una hermana guía la visita
Fin de semana y festivos de 11:00h a 13:00h y de 16:15h a 17:45h

Entre semana acompañamos grupos

con cita previa llamando al 947189001

Recibimos dos jóvenes ¡¡¡malgaches!!!

Publicado el lunes, 11 de diciembre de 2017

Autor Anatholie y Florette

Primera instantánea de grupo con las nuevas aspirantes

El 24 de Noviembre llegaron al Monasterio Anatholie y Florette, muy bien escoltadas por sor Rosalía y sor Roció, desde la T1 del aeropuerto Adolfo Suárez.

A pesar de que el termómetro ya se resentía por lo avanzado del otoño, toda la Comunidad arropó lo mejor que supo a estas dos jóvenes venidas de ¡tan lejanas tierras!
¿De español? Venían con el Padrenuestro y el Ave María aprendido de memoria. ¿El resto?... poquito a poco lo van a ir aprendiendo, pero siguiendo a san Francisco Javier, al que celebramos unos días después, el 3 de Diciembre: "Sobre todo que puedan dirigirse a Dios como Padre y a María como Madre".

Ellas mismas escriben unas líneas que hemos traducido para que las vayáis conociendo, y como ellas mismas piden: OS LAS ENCOMENDAMOS.
Muchas gracias y que Dios os bendiga.

Me llamo Anatholie

Vengo de Brichaville (Madagascar), en la costa este, región de Toamarina.Ahora estoy aquí: en España… en Burgos, ¡en Villamayor!, para hacer una experiencia en el Monasterio cisterciense.

Deseo vivir el silencio y la oración por los hombres del mundo entero.Soy una mujer muy pecadora, pero dichosa de que Dios se haya fijado en mí.Pido que recéis por mí. La paz.

Anatholie al salir del coche y ¡aterrizar! en el Monasterio

Me llamo TELOVAVY Florette

Vengo de Madagascar, de una ciudad que se llama Brichaville,
costa este, provincia de Toamarina, carretera nacional 2 (RN 2)

Estoy encantadísima de poder hacer una experiencia
en un Monasterio burgalés llamado: Santa María la Real.

Antes de venir a Villamayor yo trabajaba en la enseñanza infantil,
de niños entre 0 y 6 años.

Dejo ese trabajo a causa de la llamada que Dios me hace,
sobre todo para dedicarme a rezar por todas las personas
que en el mundo desconocen a Dios, las que abandonan la fe
y también por los que sirven a Dios: los sacerdotes,
los seminaristas, los catequistas y también
por todos mis hermanos del Camino Neocatecumenal.

Rezad por mí, porque soy muy débil.
Yo también rezaré por todos vosotros. La paz.